La diversidad se vive a diario, en cada uno de los espacios, en la forma en la que caminamos y trazamos nuestra propia historia. En Hala Ken, sabemos que todos somos diferentes, respetamos y honramos esas diferencias. Fomentamos tolerancia entre cada uno de los niños y adultos, creando relaciones de amor y unión.  

La solidaridad es importante en todas las experiencias que viven los niños. Entre todos creamos un sentido de comunidad en donde cada una de las emociones que se sienten y se viven y cada una de las opiniones que se comparten son escuchadas y respetadas por todos. Aprendemos el significado de Hala Ken y a ver en cada uno otro yo.   

La hospitalidad convierte a los miembros de nuestra comunidad en promotores activos de la paz, reconociendo que todos vivimos y compartimos un planeta que nos cuida y al que nosotros cuidamos. Fomentamos la amabilidad, como medio de convivencia y encuentros que poco a poco se convierten en amistades.    

La estética está presente en cada uno de nuestros espacios, en las decisiones que tomamos al trabajar y al hablar. Cada día nos encontramos con la belleza que existe en el mundo que nos rodea. La limpieza y el orden son parte importante de nuestra vida en Hala Ken.  

A partir de la alegría se aprende y se crea. Como nos dice Loris Malaguzzi en la escuela y en la vida, “nada sin alegría”. Los integrantes de nuestra comunidad encuentran alegría y pasión en cada actividad, trabajo o tarea.